lunes, 18 de junio de 2012

La mexicana que se creía Belga.

Mi cabeza explota


Cuando te toca mudarte de casa, es pesado. Tienes que cargar tu vida en unas cuantas maletas y aunque es difícil aceptarlo, una parte de tu vida se queda en ese espacio, flotando, mirando fijamente como das la espalda.

Es lo mismo cuando viajas a otro país, en mi caso es sólo un año, pero aquí no le estaré dando la espalda a mi casa en México, sino a mi pedacito de cielo en Bélgica. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario